Cena con Miguel «Merlu» en Lakasa

Buenas a todos endorfin@s!!!!

Como habéis comprobado no he subido muchos post esta semana, porque he estado super liada… pero ya poco a poco nos ponemos al día (subiré unas cuantas entradas para compensar la falta de cariño en este tiempo).

Lo mejor de este día que os voy a contar es que mi colega Merlu ha vuelto!!! Parece que le he ido siguiendo… He estado con él recorriéndonos, en pocos meses, España. La primera parada (quitando Madrid) fue Bilbao… muy destroy todo, y es una anécdota que me gustaría contar jajajaja; más tarde fue Barcelona, que simplemente nos vimos 1 par de horas, y donde comimos en un bar-restaurante que no estaba del todo mal (ahora el nombre no me acuerdo).

Pues bueno, después de medio mes sin verle (se ha hecho corto jajajaja) ha vuelto a Madrid!! (prepárense las mujeres heterosexuales xD) Y como no… que mejor manera de celebrar su vuelta… pues fuimos a cenar!!

Tras una tarde decidiendo dónde íbamos a cenar, dijo de ir a donde él había trabajado antes de irse, en Madrid: Restaurante Lakasa de Cesar Martín.

El restaurante está situado cercano al metro de Cuatro Caminos.. al lado de mi casa (nótese la ironía).

Lo primero que encontramos en el restaurante, es que si llegas por la acera del metro… no lo ves, porque no pone nada de que ese sea el Restaurante Lakasa, hasta que no lo ves de frente.

La recepción del restaurante, es un poco pequeña, ya que todos los espacios están ocupados al máximo. Nosotros, nos sentamos en una de las mesas altas, ya que el restaurante estaba muy lleno, y al hacer la reserva nos dijeron que solo quedaban esas mesas.

La presentación de las mesas muy correcta: con manteles individuales muy cuidados (en nuestro caso uno de cada color, pero bien combinados), copa de vino y vaso de agua… bueno, lo que veis en las imágenes.

Más tarde, mientras mi amigo hablaba con sus ex-compis de trabajo, uno de los camareros nos trajo un aperitivo para ir abriendo boca (muy bien presentado, y muy bueno de sabor).

Al darnos la carta, yo me eché las manos a la cabeza, porque es verdad que no es un sitio para ir de tranquis a cenar… Solo que siempre que quedo con Miguel, como el chaval es millonetis y se cree que todos lo somos, me lleva a restaurantes caros, de esos que no me puedo permitir…y no, no invita.

En la carta, especifican que todos los pescados han sido congelados con anterioridad, y qué platos son aptos o no para celíacos.

Nosotros pedimos: «Paté tipo campaña de lengua y mollejas con pipas de calabaza y pimienta» (he de reconocer que yo no soy muy de casquería… pero el paté estaba perfecto, y el sabor muy, muy bueno, lo recomendaría a la persona que fuese a cenar. Además, nos lo pusieron con un pan recién tostado muy bueno).

 

Mejillones de Bouchot «Morisseau» con manzanilla, mantequilla y ajos ecológicos (He de recalcar, que yo no soy de pedir mejillones, porque muchas veces te la intentan colar… pero estos están increíbles. Unos mejillones pequeños, tipo belgas, que se deshacían cuando te los metías en la boca,..).

Coca de setas con chistorra y sofrito con lámina finísima de papada (he de decir que para mí, lo peor de la cena… No estaba malo de sabor, pero la ejecución… no era de lo mejorcito: el hojaldre no estaba al punto, y estaba un pelín seca).

Laminado crudo de lubina salvaje, especias y aceite picante. Especias Roelliger «cúrcuma, pimienta y algas» (en este plato hay que decir que cuando la materia prima es buena… y aquí es donde se nota el producto que usa el restaurante… La textura y el corte de la lubina… no tengo palabras, fue lo que más me gustó, pese a que llevaba cúrcuma y no soy fan).

Corzo asado con tomate y setas, con jugo de caza con toque de frutos rojos (el punto de la carne era perfecto, y el sabor, lo que decía del producto, que cuando hay calidad, se nota).

Para terminar con los platos salados, Miguel es un tio grande (mide casi dos metrazos), y el chaval se había quedado con hambre… y pedimos unas Patatas Revolconas especiales del jefe de cocina; #lasrevolconasdeAdolfo con mollejas de ternera con setas, papada de cerdo, jugo y, obviamente, las patatas. Para mí… y puede que sea porque soy de Ávila, y allí estamos hartos de comerlas, no eran las mejores que he probado.

De este plato no tengo fotos, porque se me había olvidado, pero os lo describo: en un plato nos sirvieron las mollejas, las setas y la papada con el jugo (el sabor de esto… buenísimo), y por otro lado, en una especie de «cazuelita» de metal, nos pusieron las patatas revolconas (desde mi punto de vista, les faltaba todo el picantito, el toque de grasita, y el sabozado del pimentón de La Vera…) que no me conquistaron.

De postre pedimos como una Trufa de chocolate negro con calabaza confitada y toques de cítrico (reconozco que los postres no son el punto fuerte del local…)

He de decir, que esta comida no fue algo improvisado… porque sí, os recomiendo que vayáis pero ahora bien, nosotros pagamos unos 86€ por la cena…

Este restaurante, vale que no suelo hablar de esto, porque no soy de tocar temas tan serios, pero es un Restaurante  2.0. Utilizan un marketing de relación muy cercano al cliente, en el cual intentan mantener la fidelidad de los clientes con los ya que cuentan, pero por otro lado, conseguir atraer a otros potenciales (desde mi punto de vista a Millennials).

Si miráis si web (es que esto me ha impactado mucho) tienen un espacio para bloggers, en el cual se puede consultar toooooda la información sobre el restaurante, o si se necesita material audio-visual, ellos mismos lo facilitan (por esto aplaudo al gabinete comunicación y a los RRPP’s con los medios…), y además tienen un espacio que utilizan como blog.

Aquí os dejo más información por si queréis echarle un vistazo:

RESTAURANTE LAKASA 

C./Raimundo Fdez. Villaverde, 26
Esquina con la calle Alenza  Madrid 28003
Telef.: 626.933.081 – 915.338.715

La Karta del Restaurante (haz click)

Ya sabeis endorfin@s, cuando tengáis dinerillos, no dejéis de visitar este sitio 🙂

Y con esto la entrada de hoy!!!

OJ KIEROOO!!!